Pollo al ajillo. Receta de la abuela fácil y deliciosa

El pollo al ajillo es un clásico de la cocina española que evoca recuerdos de comedores familiares y recetas transmitidas de generación en generación. Su aroma inconfundible y su sabor intenso lo convierten en un plato irresistible que encanta a grandes y pequeños.
En este artículo, te presentamos el Pollo al ajillo. Receta de la abuela fácil y deliciosa, que te permitirá disfrutar de este manjar en la comodidad de tu hogar. Con ingredientes sencillos y un paso a paso claro, podrás cocinar un plato que deleitará a todos en la mesa.
- Historia y tradición del pollo al ajillo en la cocina española
- Ingredientes esenciales para preparar un pollo al ajillo fácil y delicioso
- Paso a paso: cómo hacer un pollo al ajillo como lo hacía la abuela
- Consejos para lograr un pollo al ajillo jugoso y sabroso
- Variaciones del pollo al ajillo: recetas para todos los gustos
- Acompañamientos perfectos para disfrutar tu pollo al ajillo
- Preguntas frecuentes sobre la receta de pollo al ajillo de la abuela
Historia y tradición del pollo al ajillo en la cocina española
El pollo al ajillo es un plato que se remonta a las tradiciones culinarias de la península ibérica. Su origen se asocia con la rica historia de la cocina española, donde el ajo ha sido un ingrediente esencial desde tiempos antiguos. Este manjar refleja la influencia de diversas culturas, desde los romanos hasta los árabes, quienes dejaron su huella en la gastronomía local.
En la tradición española, el pollo al ajillo se ha convertido en un símbolo de convivialidad y celebración. A menudo se sirve en reuniones familiares y festividades, creando un ambiente acogedor donde los sabores intensos del ajo y el aceite de oliva envuelven a los comensales. Este plato no solo es valorado por su sabor, sino también por su sencillez y versatilidad, lo que lo hace ideal para cualquier ocasión.
La preparación del pollo al ajillo puede variar según la región, pero los ingredientes básicos suelen incluir:
- Pollo
- Ajo
- Aceite de oliva
- Perejil
- Sal y pimienta
Además, en algunas zonas se pueden añadir otros elementos como vino blanco o guindilla, aportando un toque especial a la receta tradicional.
A lo largo de los años, el pollo al ajillo ha sido reinterpretado por chefs contemporáneos y se ha mantenido en la carta de muchos restaurantes, lo que demuestra su permanencia en la cultura gastronómica española. Este plato no solo preserva la esencia de la cocina tradicional, sino que también se adapta a los paladares modernos, asegurando su lugar en la mesa durante generaciones venideras.
Ingredientes esenciales para preparar un pollo al ajillo fácil y delicioso
Para preparar un delicioso pollo al ajillo, es fundamental contar con ingredientes de calidad que realcen el sabor del plato. Los ingredientes esenciales incluyen, por supuesto, el pollo, que puede ser en trozos o entero, dependiendo de tus preferencias. Optar por pollo fresco garantiza una mejor textura y sabor al final de la cocción.
El ajo es el protagonista indiscutible de esta receta. Se recomienda utilizar ajo fresco, ya que su sabor es más intenso y aromático que el ajo en polvo. Un buen truco es aplastarlo ligeramente antes de añadirlo a la sartén, lo que permitirá liberar todos sus aceites esenciales y potenciar su sabor. Otros ingredientes clave son el aceite de oliva, que no solo aporta sabor, sino que también ayuda a conseguir una cocción perfecta.
Además de estos básicos, incluir perejil fresco picado al final de la cocción da un toque de frescura que equilibra los sabores. No olvides agregar sal y pimienta al gusto, y si te gusta un toque picante, añadir una guindilla puede ser una excelente opción. Para un sabor más profundo, un chorrito de vino blanco al final de la cocción puede elevar aún más el plato.
Ingrediente | Cantidad | Función |
---|---|---|
Pollo | 1 kg | Base del plato |
Ajo | 6-8 dientes | Sabor principal |
Aceite de oliva | 100 ml | Para la cocción |
Perejil | Al gusto | Frescor y color |
Sal y pimienta | Al gusto | Condimentar |
Vino blanco | 100 ml (opcional) | Profundizar el sabor |
Guindilla | 1 (opcional) | Picante |
Paso a paso: cómo hacer un pollo al ajillo como lo hacía la abuela
Comenzar a hacer un pollo al ajillo como lo hacía la abuela es sencillo y gratificante. Primero, prepara los ingredientes: corta el pollo en piezas y pica finamente el ajo y el perejil. Es recomendable usar un pollo de buena calidad para asegurar un sabor auténtico. Asegúrate de tener a mano todos los ingredientes antes de comenzar, así el proceso será más ágil.
El siguiente paso es dorar los trozos de pollo en una sartén profunda con aceite de oliva caliente. Es importante no amontonar las piezas para que se doren de manera uniforme. Una vez que el pollo tenga un color dorado, retíralo y resérvalo. En la misma sartén, añade el ajo y sofríelo hasta que esté dorado, pero con cuidado de que no se queme, ya que esto amargaría el plato.
Regresa el pollo a la sartén y añade el vino blanco si decides usarlo. Cocina a fuego medio-bajo para que los sabores se integren. Es aquí donde puedes ajustar el sazonado con sal, pimienta y, si lo prefieres, una guindilla para un toque picante. Deja que el pollo se cocine a fuego lento durante unos 20-30 minutos, cubriendo la sartén para que el pollo se mantenga jugoso.
Finalmente, antes de servir, espolvorea el perejil picado sobre el pollo. Este paso no solo aporta frescura, sino que también añade un hermoso color al plato. El pollo al ajillo se puede acompañar con arroz, patatas o una ensalada fresca. Así, tendrás un plato delicioso y lleno de tradición que encantará a todos en la mesa.
Consejos para lograr un pollo al ajillo jugoso y sabroso
Para lograr un pollo al ajillo verdaderamente jugoso, es fundamental elegir la pieza correcta. Optar por pollo fresco y de buena calidad no solo mejorará el sabor, sino que también garantizará una textura más tierna. Además, marinar el pollo durante unas horas con ajo, aceite de oliva y especias permitirá que los sabores penetren mejor en la carne, haciendo que cada bocado sea una explosión de sabor.
El método de cocción también juega un papel crucial en la jugosidad del pollo. Es recomendable dorar las piezas en una sartén caliente antes de añadir el ajo. Esto ayuda a sellar los jugos dentro del pollo y consigue una piel crujiente. Una vez dorado, es importante cocinar a fuego lento y tapar la sartén para retener la humedad, lo que resulta en un plato más sabroso y tierno.
Otro consejo es no escatimar en el aceite de oliva. Este ingrediente no solo es esencial para la cocción, sino que también añade profundidad de sabor. Al final de la cocción, añadir un chorrito extra de aceite de oliva junto con el perejil fresco picado realza aún más el plato, dándole un acabado brillante y delicioso. Recuerda también ajustar la sal y pimienta al gusto, y no dudes en experimentar con un toque de vino blanco para un sabor más complejo.
Finalmente, el reposo del pollo al ajillo después de cocinar permite que los sabores se asienten. Dejarlo reposar unos minutos antes de servir hará que cada bocado sea más jugoso y sabroso. Puedes acompañarlo con pan crujiente para aprovechar la deliciosa salsa que se forma en la sartén, creando una experiencia culinaria completa que hará que todos quieran repetir.
Variaciones del pollo al ajillo: recetas para todos los gustos
El pollo al ajillo admite diversas variaciones que pueden adaptarse a los gustos de cada comensal. Por ejemplo, si prefieres un toque más exótico, puedes probar la versión con curry. Al añadir polvo de curry junto con el ajo, se puede conseguir un plato con un sabor diferente y aromático. Otra opción es la versión mediterránea, que incluye aceitunas y tomates secos, aportando un sabor salado y dulce que complementa perfectamente el pollo.
Si buscas una receta más ligera, el pollo al ajillo a la parrilla es una excelente opción. En lugar de freír el pollo, simplemente marina las piezas con ajo, limón y hierbas, y luego cocínalas a la parrilla. Esto no solo reduce las calorías, sino que también imparte un delicioso sabor ahumado. Para aquellos que disfrutan de los sabores picantes, agregar pimientos rojos y guindilla en la cocción puede transformar el plato en un auténtico festín para los amantes del picante.
Otra variación interesante es el pollo al ajillo con cerveza. Sustituyendo el vino blanco por cerveza, se obtiene un sabor único que complementa el ajo y el pollo de manera sorprendente. Esta versión es ideal para una reunión con amigos, ya que el sabor de la cerveza se intensifica durante la cocción, creando una salsa perfecta para acompañar con pan. Aunque las recetas tradicionales son exquisitas, estas variaciones demuestran que el pollo al ajillo puede ser reinventado y disfrutado de múltiples maneras.
Finalmente, para quienes buscan una alternativa vegetariana, existe la opción de preparar un tofu al ajillo. Marinar el tofu en una mezcla de ajo, aceite de oliva y especias, y luego cocinarlo hasta que esté dorado, ofrece un plato lleno de sabor que puede satisfacer a los más exigentes. Esta versión es perfecta para aquellos que desean disfrutar de los sabores clásicos del pollo al ajillo, pero con un enfoque más saludable y adecuado para una dieta vegetariana.
Acompañamientos perfectos para disfrutar tu pollo al ajillo
Para acompañar un delicioso pollo al ajillo, las patatas siempre son una opción perfecta. Puedes prepararlas de diversas maneras, como al horno, fritas o en puré. Su textura suave y su capacidad para absorber los sabores hacen de las patatas un complemento ideal que complementa el plato principal. Además, una ensalada fresca, con lechuga, tomate y un aliño ligero, puede aportar un contraste refrescante y equilibrar la intensidad del ajo.
Otra opción deliciosa es servir el pollo al ajillo con arroz blanco o arroz integral. Este acompañamiento no solo es un clásico en la cocina española, sino que también permite disfrutar de la salsa que queda en la sartén. El arroz absorbe todos los jugos y sabores del pollo, creando un plato aún más sabroso. Para aquellos que buscan alternativas más elaboradas, el arroz con verduras también combina perfectamente, aportando un toque colorido al plato.
Si prefieres algo más sustancioso, las legumbres son una excelente elección. Puedes preparar un guiso de lentejas o garbanzos que, además de ser saludables, aportan una textura y sabor únicos que enriquecen la experiencia culinaria. Aquí te dejamos una lista de opciones de acompañamientos para tu pollo al ajillo:
- Patatas al horno
- Arroz blanco o integral
- Ensalada fresca
- Guiso de lentejas o garbanzos
Finalmente, no olvides el papel del pan. Un buen pan crujiente es ideal para mojar en la salsa resultante, asegurando que no quede nada en el plato. Esto no solo realza el sabor del pollo al ajillo, sino que también convierte la comida en una experiencia más completa y satisfactoria. Así, tendrás un festín que deleitará a tus comensales y les hará disfrutar al máximo de cada bocado.
Para que puedas disfrutar de esta deliciosa receta, aquí tienes un video donde te mostramos cómo preparar un pollo al ajillo al estilo de la abuela de manera fácil y rápida.

Preguntas frecuentes sobre la receta de pollo al ajillo de la abuela
¿Qué lleva el pollo al ajillo?
El pollo al ajillo es un plato tradicional que destaca por su sencillez y sabor. Los ingredientes básicos que lo componen son:
- Pollo (preferiblemente muslos y contramuslos)
- Ajo (variando al gusto, pero siempre generoso)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
- Perejil fresco para decorar
Además, algunas recetas pueden incluir un toque de vino blanco o guindilla para darle un sabor más intenso y picante. La combinación de estos ingredientes hace que el pollo al ajillo sea un plato irresistible y lleno de tradiciones familiares.
¿Qué puedo agregarle a mi pollo para que tenga mejor sabor?
Para realzar el sabor de tu pollo al ajillo, puedes añadir varios ingredientes que aporten una riqueza adicional al plato. Uno de los más recomendados es el vino blanco, que no solo ayuda a ablandar la carne, sino que también le da un toque aromático. Además, considera incluir hierbas frescas como el romero o el tomillo, que complementan perfectamente el ajo y le dan un sabor más profundo.
Otro elemento que puede transformar tu receta es el uso de caldo de pollo en lugar de agua. Esto intensifica el sabor y hace que el pollo esté más jugoso. También puedes agregar un poco de pimienta negra y pimiento rojo para darle un toque picante y colorido. Aquí tienes una lista de ingredientes que puedes considerar:
- Vino blanco
- Hierbas frescas (romero, tomillo)
- Caldo de pollo
- Pimienta negra
- Pimiento rojo
¿Cómo hacer para que el pollo te quede jugoso?
Para lograr que el pollo al ajillo te quede jugoso, es esencial marinarlo adecuadamente antes de cocinarlo. Esto no solo realza el sabor, sino que también ayuda a mantener la humedad en la carne. Puedes utilizar una mezcla de aceite de oliva, ajo picado y hierbas aromáticas para conseguir un resultado delicioso.
Además, es importante seguir algunos consejos durante la cocción:
- Evita cocinar a fuego muy alto: Esto puede hacer que el exterior se dore demasiado rápido y el interior quede seco.
- Usa caldo o vino: Añadir un poco de caldo de pollo o vino blanco durante la cocción ayudará a mantener la carne jugosa.
- Deja reposar el pollo: Permitir que el pollo repose unos minutos después de cocinarlo ayuda a que los jugos se redistribuyan.
¿Es mejor hornear el pollo cubierto con papel aluminio o sin tapar?
Hornear el pollo cubierto con papel aluminio puede ser una excelente opción si buscas que la carne se mantenga jugosa y tierna. El papel aluminio actúa como una barrera que retiene la humedad, evitando que el pollo se seque durante la cocción. Además, ayuda a que los sabores se concentren, lo que resulta en un plato más sabroso.
Por otro lado, hornear el pollo sin tapar permite que la piel se dore y se vuelva crujiente, lo que es muy apreciado en muchas recetas. Este método es ideal si buscas una textura más crujiente y un color dorado atractivo. Sin embargo, hay que tener cuidado con el tiempo de cocción para evitar que la carne se seque.
En resumen, la elección entre hornear el pollo cubierto o sin tapar depende del resultado que desees obtener. Aquí te dejamos una tabla comparativa:
Método | Ventajas | Desventajas |
---|---|---|
Cubierto con papel aluminio | Mantiene la humedad, conserva sabores | Menos crujiente |
Sin tapar | Textura crujiente, color dorado | Puede secarse si se cocina demasiado |
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